Anoche tuve un sueño turbador y paradójico que no alcanzo a entender, te lo voy a contar, a ver si así se me aclara algo, y por si de paso, te dice algo:
Parece un instituto, delante tengo un papel en blanco. No sé qué hago allí. Las personas alrededor de mí están en actitud solemne escribiendo. El que parece el profesor se acerca y me dice algo. -¿Perdone? -le respondo. -Si ya ha terminado puede entregar el examen y salir. -¿Examen? Al decirme eso miro la hoja que tengo delante de mí, y en vez de la hoja hay un agujero blanquecino. Meto la mano por él hasta el hombro sin toparme con nada.
-El examen, por favor. -¿Qué? -Deme el examen y salga, por favor. -No he puesto nada, le digo. Esto provoca que todos a mi alrededor me miren con asombro. -Muy bien, enhorabuena. Salgo. En el pasillo el chico que estaba a mi lado se me acerca:
-Hola, he visto que no has puesto nada en el examen, te quería pedir si me podrías ayudar un poco, a mí me está costando mucho aprobar.
-¿Cómo?
-Sí, que si te apetece quedar conmigo.
-¿Para qué?
-Para olvidar.
-¿Cómo dices?, si yo no he hecho nada.
-Qué bueno, o sea, tú eres de los que apruebas sin olvidar, ¿lo ves?, me va a venir bien tu ayuda, yo me paso el día olvidando y no consigo aprobar, al final siempre escribo un montón.
-Pero…
-Mis padres me han dicho que si no apruebo me van a mandar otra vez a un campamento de verano.
-¿Un qué?
-Sí, lo de ir al mundo, un campamento de olvidar, ¿no has ido nunca?
-No, ni idea.
-Qué suerte tienes.
-¿Qué se hace ahí?
-Pues naces en una familia, y vas creciendo y tienes un montón de problemas y emociones, búa, te pasas el verano entero olvidando.
Yo ya he estado tres veces, en la última viví más de noventa años, pero bueno, eso da igual, me suspendieron después.
-Ah, ¿sí?, y eso ¿por qué?
-Porque cuando se acaba el campamento de verano y vuelvo, sigo recordando mi vida y sigo teniendo emociones.
-¿Emociones?
-Sí, las emociones son como… eh… cosas que… o sea, es como darte un golpe con una piedra, pero sin piedra, o sea, te duele algo dentro, o te ahoga, pero no hay nada, ¿entiendes?
-Más o menos.
-Por eso tengo que olvidar más.
-Pues cuando quieras quedamos, aunque no sé qué vamos a hacer.
-Perfecto.