Hay un punto en el que se apoya todo. Es un punto donde toda la realidad se sostiene, donde todo sistema conocido carga su peso, es un punto de apoyo mínimo. Este punto de apoyo está tan perfectamente diseñado, es tan inmejorable, que en apenas una superficie mínima, tan pequeña como lo más pequeño que puedas llegar a imaginar, se asienta todo.
Para ponerte un ejemplo, puedes imaginar toda la construcción institucional mundial, con todas sus leyes, acuerdos, relaciones, intereses, toda esta compleja trama que parece gobernarnos, y que también parece que se maneja independientemente de todo y de todos, algo así también se apoya en ese punto mínimo, y se mantiene gracias a esa partícula ínfima que está funcionando a toda capacidad constantemente, soportando absolutamente todo, y no se desgasta nada, al revés, se va reforzando.
Algo todavía más curioso de este punto excepcional, es que, aún, al contrario de lo que podría parecer, no está protegido por ejércitos, ni por grandes muros o cámaras acorazadas, que va, está totalmente accesible, sin embargo, y esa es su magia, casi nadie accede a este punto de apoyo de toda realidad posible, justamente por eso.
Algo que no te he dicho, es que a este punto no se puede acceder en compañía de nadie, ni en grupo, o con instrucciones dictadas por otros, ni siquiera es posible acceder a él si otras personas saben que quieres acceder a él, estas cosas son las únicas que lo convierten en inalcanzable, y claro está, dudar de que exista también impide acceder a él.
Esto hace que sea poca la información que existe sobre este punto de apoyo universal, porque solamente quien tiene el valor de tomar gobierno absoluto de su realidad, lo que requiere adentrarse en el doloroso, inmenso, vacío y solitario campo de las capacidades propias, accede (o es accedido) por él, por lo que es lógico que (en general) se niegue su existencia o se minusvalore su capacidad, porque (en general) se desconfía de eso que no se puede hacer en compañía o bajo un criterio común, adecuado, o respaldado por «expertos».
Quizás creas que no sabes a qué punto me refiero, pero como confío plenamente en ti, no considero necesario decirte más.
*Foto de Sonia Pueche.
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