Un libro es un objeto inerte en sí mismo.
Su función depende del uso que hagas con él. Puede ser un adorno, una distracción, un tóxico, o una fuente de conocimiento, entre otras cosas.
Algo que en algunas cosas se puede comparar con un libro y en otras no, es tu cuerpo.
Se parece a un libro en que hay que leerlo, e interpretarlo. Pero no es como un libro porque no es un objeto inerte, sino vivo, y como tal se expresa constantemente, y es esto lo que expresa, lo que hay que leer e interpretar.
No se parece a un libro en que no es necesariamente vital leerlo. Sin embargo, tu cuerpo, sí que es vital leerlo e interpretarlo porque es en tu cuerpo por donde transita la fuente de la vitalidad, pero no está su origen en el cuerpo, sino en la interpretación.
Un libro, por muy nuevo que sea, siempre es un mensaje del pasado, porque siempre habrá sido escrito en el pasado, aunque sea reciente. Puede, su mensaje, ayudar en tu presente, o aclarar acciones futuras, si lo interpretas. Así también ocurre con el cuerpo, que se expresa siempre desde el pasado, porque el cuerpo aloja toda la información sobre las creencias relativas a lo que fue, las tuyas y la de los que te hicieron posible.
Un libro de hace veinte siglos puede tener un mensaje para tu presente, si lo sabes interpretar. De la misma manera, lo que expresa tu cuerpo, que es una información del pasado, puede ser un mensaje vital para tu presente, si te pones en la disposición necesaria para interpretarlo.
Los mensajes, a través de los que se expresa el cuerpo, son mensajes que requieren abrirse a lo oscuro y a lo doloroso, salirse de la propia lógica, de la propia pretensión de control, olvidar lo que crees, y lo que crees que crees, porque el cuerpo se expresa sin respeto a tu moral, ni a tu historia. Se expresa con la vitalidad de un organismo vivo que tiene su propio plan.
Leer e interpretar el cuerpo es la manera de gobernar y de disfrutar de su extraordinario poder. Porque es en el cuerpo donde reside el poder de poder, y el poder de no poder, y es la determinación de tu conciencia interpretadora quién le otorga la dirección y le da permiso a su poder.