¡A la mierda creer en mí!
- monoperro
- 22 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 feb 2020

La fórmula «creer en mí» que tanto se usa como solución y como gran diagnóstico -Tienes que creer más en ti- suele convertirse en un ejercicio mental inútil, o lo que es peor, destructivo.
Si me lanzo a darle caña a esta, y a otras fórmulas, fáciles de reproducir, es porque esconden algo interesante que es necesario desentrañar. No hay que tenerle miedo a atizarle a estas fórmulas unos cuantos estacazos para quitarle el polvo acumulado.
Qué se supone que significa «creer en mí», bien entendido sería como una suerte de confianza en tus capacidades para resolver situaciones conflictivas, o para encontrar soluciones que te permitan mejorar en cualquier ámbito, hasta ahí bien. La paradoja está en que si hace falta «creer en mí» es que no existe esa creencia, pero esto es falso, primero porque siempre creemos en nosotros, creemos todo tipo de cosas, la mayoría limitantes, o contradictorias, eso también es «creer en mí», además creer en sí mismo, creer que eres capaz, o que eres el mejor, si no conlleva una acción que lo ponga en evidencia, es simplemente soberbia.
En situaciones de bloqueo, que es lo que a mí me interesa, la creencia en sí mismo suele ser una negación de las capacidades, por lo que estas capacidades estarán cedidas a algo o a alguien, en una situación así, la fórmula «creer en ti» puede ser destructiva si se toma al pié de la letra y se entiende como que sólo hay que «creer» para salir de esta situación, lo que es falso, de hecho en situaciones de bloqueo se suele oscilar entre una creencia soberbia a una creencia nociva de sí. Lo que no hay en una situación de bloqueo es acción, y esto lo veo una y otra vez en mis sesiones de Tarot del Espejo; a personas que no están poniendo en funcionamiento sus capacidades, por culpa de alguna serie de creencias que les lleva a estar atrapadas en situaciones hipnóticas, de las que no son capaces de salir, y que a su vez hacen esfuerzos por creer que pueden salir, lo que les lleva a un círculo interminable, que les lleva a su vez a pensar que efectivamente son incapaces de hacerlo. En este punto es imprescindible hacer dos cosas, una para adentro; Reconocer y entender las creencias hipnóticas, para luego ir experimentando la acción hacia afuera.
Donde veo la parte interesante de la fórmula, y que queda escondido por la propia fórmula; es en que es cierto que en la acción, en el peligro de la acción, en exponerse, es donde las capacidades afloran, y es en la experimentación de estas capacidades, para resolver situaciones, donde sí se produce esta creencia, que viene de constatar un hecho, que no es mental, no es una fe ciega, es una certeza, este “creer en mí” sí que es efectivo, pero, en esta circunstancia, es una consecuencia. Es por esto que hay que mandar a la mierda al «creer en mí», hay que mandarlo a la mierda para «invertir», «arriesgar», «hacer» y luego ya creeremos, pero será una certeza y no un mero ejercicio mental.
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